"Le vi de lejos y me acarició con su sonrisa, su bella mirada me hizo fluir creando un torrente de Feniletilamina, de repente no sabía donde estaba, donde me encontraba...ni siquiera me acordaba de mi propio nombre. Solo ver su rostro acelera mi corazón, la Oxitocina aumentaba por momentos, y solo pensar en rozar sus largos cabellos un torrente de Dopamina se liberaba en mi imaginativo cerebro creándome un aura de euforia que no había sentido en mi vida, hasta ese momento..."
Queda claro que un libro de amor siempre ocultará la parte científica del proceso, pero está claro que el amor no es una droga. Son varias. O por lo menos eso es lo que certifican los cientificos.
Empezamos por la primera.
Oxitocina: ¿Alguna vez habéis sentido un abrazo o una caricia y posteriormente habéis sentido más confianza con esa persona en cuestión? Esa es la función de la Oxitocina, por decirlo de forma burda, aumenta la confianza que tenemos en esa persona. Es por eso que un abrazo nos da más confianza que vana palabrería, palabras que en cualquier momento se las lleva el viento. Por cierto, ¿sabéis que proporciona Oxitocina? El chocolate, si...el helado de chocolate también vale.
Serotonina: Cuando estáis con la persona que amáis, ¿sentís euforia, optimismo y buen humor?¿sentís que se os pone una sonrisa la cual os hace parecer idiotas? Echadle la culpa a la Serotonina, ella es la culpable de que cualquier cosa os haga reír y que veáis un arcoiris en cada esquina. Lo malo es cuando se termina, cuando os abandona esta sustancia. Entonces es cuando os sentís que valéis lo mismo que una colilla pisada.
Dopamina: Cuando nos enamoramos, la Dopamina se libera, haciendo que la pareja se sienta eufórica y enérgica. según la antropóloga biológica Helen Fisher: "Si alguien es único en su vida y se centra en esa persona, es porque la Dopamina se ha activado". Esta sustancia es tan fuerte que cuando desaparece de nuestro organismo, aparece el mono. Si como si estuviéramos hablando de heroína.
Noradrenalina: "Cuando la veo me sudan las manos, el corazón me late más rápido y no puedo respirar". ¿Os suena? No es que os vaya a dar un infarto, simplemente que tu cuerpo está soltando Noradrenalina por un tubo. Por cierto si os da vergüenza ruborizaros, ya tenéis a quien echarle la culpa.
Esta es la parte científica del amor, como una persona con bata explica que dos personas puedan estar horas manteniendo una conversación o como una persona puede sonreír ante otra persona que le atrae. Asi resumen como en las películas románticas siempre el chico vuelve a por la chica y como la chica le recibe con los brazos abiertos.
Pero a mi no me vale con eso, no creo que una simple combinación de drogas segregadas desde tu cerebro te puedan ilusionar a tal grado que tu universo lo rige una persona. No creo que el vacío que te deja una persona a la que has amado sea fruto de una sustancia. No pienso que el elegir dar la vida por tu amado o amada sea una fórmula de laboratorio. No creo que el amor que se tenían mis abuelos, 60 años juntos, sea un chute de serotonina. No creo que la decisión de compartir toda una vida con una sola persona lo decida una combinación de elementos.
¿Son todas las sensaciones del amor varias sustancias entremezcladas en nuestro cerebro? Puede ser, pero yo me niego a admitirlo. Llámenme iluso.
"Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo." William Shakespeare.
"En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca." Jacinto Benavente.
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